10.- LOS SIETE PRINCIPIOS DE LA FELICIDAD


LOS 10 ERRORES METAFÍSICOS MÁS COMUNES
Cuando comenzamos a transitar el camino espiritual, buscamos la perfección en nuestras vidas. Tratamos de mejorar nuestro carácter, costumbres, ideas, alimentación, y hasta la vida social. A veces, hacemos sacrificios con el fin de alcanzar una vida más plena y feliz; sin embargo, muchas veces no llegamos al estado de éxtasis o plenitud que anhelamos. La decepción puede llevarnos a rechazar la disciplina que habíamos emprendido, o en el peor de los casos, puede desmoralizarnos a tal punto de pensar que "Dios se ha olvidado de nosotros". Cualquiera sea la reacción, ésta sólo nos está señalando que hemos cometido un error. Y un error puede ser corregido.
El Universo funciona como una gran computadora: hay que saber presionar las teclas adecuadas para obtener lo que se desea. Cuando no lo estamos haciendo, la computadora se detiene, espera fría y silenciosamente la señal eléctrica correcta. El Universo tiene sus "teclas" y la metafísica nos enseña ¿cuáles son? Algunas escuelas esotéricas han tergiversado estas enseñanzas, quizá sin ninguna mala intención, con lo que han llevado a muchas personas a cometer errores y a frustrarse en sus expectativas. Algunos de los errores más comunes son los siguientes:

1. ENVOLVERSE EN UNA BURBUJA DE PROTECCIÓN, O EN UNA LUZ, O EN COLOR, O EN ÁNGELES, O EN CUALQUIER OTRA FORMA QUE PROTEJA DE LOS PELIGROS QUE EXISTEN AFUERA
Lo único que logra este tipo de ejercicio es fomentar la idea de que algo externo puede tener más poder que nosotros. Nuestra mente percibe que hay algo allí afuera que puede, por ejemplo, lastimarnos o hacernos daño. Pero, según las enseñanzas espirituales. TODO ES DIOS; por lo tanto, nada puede hacernos daño. En realidad, debería practicarse algún tipo de ejercicio de reconocimiento de la seguridad personal. Este ejercicio podría decir: "Vaya donde vaya, estoy siempre a salvo, estoy rodeado de hermanos, vivo en el mundo que Dios ha creado y sólo veo amor en todas partes". En síntesis, al elegir ¿qué ejercicio mental o meditación hacer, se deberá buscar aquel que nos recuerde la naturaleza divina de la vida y no el peligro que percibe nuestro ego.
Muchas personas creen que repitiendo ciertas afirmaciones pueden transformar su situación personal, lo que encierra un error. No son los pensamientos lo que determinan nuestra realidad sino nuestras "creencias". Solamente los pensamientos que hemos internalizado y tomado como nuestra verdad son los que se manifiestan. Dicho de otra manera, aquello que "sentimos" internamente que es así es lo que toma forma en el mundo externo. La mente humana produce un promedio de 60,000 pensamientos diarios, la mayoría de los cuales son negativos. Las afirmaciones son necesarias para lograr implantar una creencia nueva en nuestra mente subconsciente y la repetición de estas afirmaciones es un procedimiento adecuado, pero hasta que no le agregamos la emoción o sensación que acompaña a esa idea no la internalizamos como una verdad dentro de nosotros. La repetición de palabras carentes de emoción no es efectiva. Por lo tanto, si yo repito "Vaya donde vaya, estoy siempre a salvo" pero no me siento realmente seguro, de nada me servirá. Es necesario seleccionar ejercicios mentales, meditaciones o visualizaciones que fomenten las creencias de paz, armonía y prosperidad.2. ENVIAR LUZ A OTROS PARA QUE MEJOREN
Se puede enviar luz o energía a otras personas para que se curen de cierta enfermedad, para que mejoren su situación económica, su vida afectiva, y demás.
La mayoría de estos ejercicios se parecen más a una forma de manipulación que a una verdadera ayuda espiritual. Primero y principal: si se va a ayudar a otro, hay que asegurarse de que la persona lo pida y lo necesite. Si esto no se da, tenemos que trabajar con lo que estamos percibiendo, porque el problema es algo personal que nos atañe a nosotros mismos y no a la persona que está sufriendo.
La mayoría de los problemas son sólo momentos de prueba que está viviendo un individuo; son necesarios y muy útiles para el "despertar de su conciencia". Nunca sabemos en realidad desde afuera cuán importante puede ser para cada persona la situación que está atravesando en determinado momento. Podemos percibir esa situación como algo terrible, doloroso, injusto o innecesario, pero cualquiera sea nuestra interpretación nunca será correcta ni completa. El enviar la luz a la persona podría acelerar o entorpecer su ritmo personal. Nuestra intervención es innecesaria y, la mayoría de las veces, no es más que un deseo egoísta de que la persona resuelva rápido su problema porque éste nos despierta angustia o dolor. Personalmente, recuerdo que una vez se acercó un amigo íntimo a decirme que estaba muy preocupado por mi situación. Yo le respondí que su preocupación no me ayudaba, que si realmente quería hacer algo bueno por mí, tenía que confiar en mí y saber que mi Guía Interior me revelaría en el momento adecuado lo que yo necesitaba hacer.
En lugar de enviar luz a otros cada vez que veas una situación difícil, comienza por enviarte luz a ti mismo para que tu Guía Interior te haga ver la Verdad que está operando en dicha situación.3. CREER QUE VAMOS HACIA DIOS, QUE EVOLUCIONAMOS ESPIRITUALMENTE
No vamos hacia Dios, YA ESTAMOS EN DIOS. Todo lo que nos rodea forma parte del gran cuerpo universal de Dios. No evolucionamos espiritualmente. Nuestro Espíritu es Perfecto y Completo; no puede ni tiene que evolucionar. En realidad, es un problema semántico, ya que la evolución espiritual no existe. Lo que queremos significar con eso es el despertar de nuestra Conciencia a esa perfección y cuanto más rápido lo hacemos, más plenos y felices vivimos.
Tal vez el error provenga de las enseñanzas religiosas que nos dicen que Dios está "en el cielo", como si nosotros estuviéramos separados de El. Nosotros y el "cielo" somos UNO, y debemos aprender a reconocerlo y a vivenciarlo; en eso consiste nuestra Evolución de Conciencia o Despertar Espiritual.4. ANGUSTIARSE O PREOCUPARSE CUANDO HAY UN FAMILIAR ENFERMO O ATRAVESANDO ALGÚN TIPO DE CRISIS
En nuestra cultura está bien visto que uno se aflija o sufra a la par de sus seres queridos; sin embargo, eso sólo aumenta el pesar. Si interpretamos nuestro pesar desde otro nivel, esto significa que creemos más en el poder de la enfermedad o la crisis que en la solución.
Cuando uno se aflige por la enfermedad de un ser querido, agrava esa enfermedad, le da más fuerza y poder. La solución es hacer un esfuerzo personal y reconocer que, más allá de nuestro entendimiento, hay una Inteligencia Superior que está actuando y que tiene el poder de restaurar completamente a nuestro ser querido, si así lo desea dicha persona. Lo mismo ocurre con cualquier tipo de problema o crisis. Si nos afligimos, es porque nuestro ego ha aceptado que hay una fuerza más potente que el Poder Divino.5. CREER QUE UNO HA SIDO "ELEGIDO" POR DIOS
Muchas personas que estudian en escuelas esotéricas se sienten especiales y evolucionadas. Sienten que Dios los ha conducido al lugar adecuado para su crecimiento y evolución; que la información que va a recibir es muy importante y no puede divulgarse a personas que no están tan evolucionadas, porque no tienen la capacidad para entenderla o para darle un buen uso. Esta presunción se convierte en una forma de arrogancia, nada espiritual, que nos hace pensar que somos privilegiados, especiales, elegidos, y que los demás están descarriados o perdidos en la vida. Esta forma de arrogancia también se ven en las religiones que se sienten propietarias de Dios. Si uno no sigue su culto, está perdido. En el Universo existe un solo Dios y es el mismo para Todos. Los humanos inventan diferentes maneras de rendirle culto, crean dogmas y doctrinas, pero, en esencia, todos adoramos al mismo Dios.
Todos somos iguales antes los ojos de Dios. Para El, nadie está más adelante ni más atrás. Nadie vale más ni menos. Cualquier interpretación y clasificación como ser especial corresponde al terreno del ego humano y no al terreno de lo divino.
6. SACRIFICARSE POR OTROS
No hay nada más inútil e insatisfactorio que sacrificarse por los demás. Las tareas que se hagan por los demás deberán hacerse con amor o, de lo contrario, evitarse. Todo lo que se hace con amor es placentero; por lo tanto, no pesa ni molesta. Por el contrario, todo lo que se hace con sacrificio genera presión interna, rencor, enojo, molestia y, a veces, hasta odio.
El sacrificio por los demás está aprobado socialmente y es muy bien visto. Uno puede sacrificarse, por ejemplo, por los hijos, por los padres, por la pareja, por la profesión, por los niños desamparados, por alguien enfermo, por la institución religiosa a la que pertenece, por la empresa que da trabajo. La lista podría ser interminable y no es más que un muestrario de la acción equivocada de nuestro ego.
El sacrificio va muy de la mano con la manipulación. Por ejemplo, una madre que ha dejado su vida de lado por los hijos, tarde o temprano, usará su postura como válida para exigir algo de ellos; el novio o novia que cambia su rutina y deja de hacer ciertas actividades por el otro tratará después de exigir lo mismo.
La próxima vez que vayas a sacrificarte por alguien, pregúntate primero si ese alguien te lo pidió. La actitud de mártir no lleva hacia Dios como muchos creen, sólo el camino del amor. Haz las cosas con amor o no las hagas.7. DEPENDER DE AMULETOS, ESTAMPAS RELIGIOSAS, CRISTALES, VELAS, IMÁGENES, O CUALQUIER OTRO TIPO DE ELEMENTO
Es cierto que los materiales tienen su propia energía y que el contacto con ellos (en especial, con ciertos cristales cuarzos) produce cambios en nuestra vibración personal y que pueden ayudarnos en el proceso curativo. También es cierto que algunas figuras, imágenes y colores producen reacciones psicológicas que nos estimulan; a veces para bien, otras para mal. Las estampas religiosas y otros objetos, tales como cadenas con cruces, estrellas de David y demás nos recuerdan nuestras posturas espirituales. El problema es que la mayoría de estos elementos se convierten en amuletos y les damos más poder del que en realidad tienen.
Hay personas que se sienten indefensas sin su cruz, la estampita de su santo protector, su cristal preferido o cualquier otro amuleto de su preferencia. El amuleto pasa a ser Dios. Vivir pendiente de un objeto es limitar la Presencia Divina a ese objeto. Dios es Omnipresente: está aquí, allá y en todas partes.
Lo peor sucede cuando una persona extravía su amuleto o éste se le rompe. La mayoría de las veces esto se interpreta como un presagio de que algo malo va a suceder. Esta idea es producto de creer que la persona se encuentra sin su protección y que, en consecuencia, los demonios y las energías negativas pueden afectarla.Vivimos en un Universo Mental. "Todo lo que Creemos se hace Realidad". ¿Por qué no creer entonces que el mejor amuleto con el que cuento es mi Naturaleza Divina? Nadie ni nada puede despojarnos de lo que somos realmente.
8. CREER QUE UNO PUEDE GUIAR A OTROS O QUE PUEDE SER GUIADO
Sentir que gracias a uno otras personas se iluminan o, al revés, que la presencia de otros nos devuelve la luz es pura ilusión del ego. La verdadera Guía es Interna, es tu Intuición, la Voz de tu Espíritu. Muchas veces esa voz coincidirá con lo que escuchas de afuera y pensarás que alguien te está guiando. Pero, apenas aceptes a alguien como tu ídolo, comenzarás a fabricar tu propia decepción. Ocurre lo mismo si alguien te ha entronizado y te ha tomado como líder; en algún momento los problemas de tu vida personal lo decepcionarán.
Todos aprendemos y enseñamos al mismo tiempo. Por tal motivo, es conveniente mantener una actitud receptiva hacia las señales que recibimos de nuestro entorno y ver qué resonancia producen en nuestro interior.
No eres el salvador ni la guía de nadie. Ninguna vida depende de tus conocimientos ni de tus esfuerzos. Esto es cierto también al revés. Nadie te rescatará ni te salvará, excepto tú mismo.
El mejor Guía con que contamos está dentro de Nosotros. Nos habla con voz suave y paciente, sin obligarnos a nada; nos indica siempre el camino más corto y más feliz, nos da la idea más adecuada y la respuesta que racionalmente no podemos encontrar. Por eso, es conveniente practicar meditación y ejercicios de relajación para poder escuchar esa voz. Si vives de prisa, tenso, angustiado y con un ritmo acelerado, seguramente no oirás la "voz de tu intuición" y buscarás guías externas.
Hay personas que son muy positivas y estimulantes, y podrán ayudarte en un principio. Evita idolatrarlas y evita también ser idolatrado. Recuerda siempre que la "Guía más válida y acertada está siempre dentro de ti".9. CREER QUE LOS MAESTROS ESPIRITUALES SON AQUELLOS QUE NOS PROVEEN DE LA INFORMACIÓN TEÓRICA
Tendemos a caer muy fácilmente en la creencia de que las personas que nos enseñan son adelantados y que ya han superado muchas pruebas en su vida. En algunos casos, esto es totalmente cierto; en otros, no. El hecho de que una persona transmita una determinada información no la coloca en un grado superior. Debes recordar que cualquier forma de idealización o selectividad corresponde al terreno del ego.
Los verdaderos maestros espirituales son aquellos que nos ponen a prueba y vienen "disfrazados" de hijos, padres, jefes, amigos, enemigos, animales, plantas y demás. Son aquellos que nos traen problemas. Ellos son los que realmente nos enseñan las lecciones que tenemos que aprender porque nos ponen a prueba.
Todas las religiones del mundo enseñan que Dios es Amor, que vivir con Dios significa expresar Amor a los demás. Algunas personas asisten a templos, iglesias, o escuelas esotéricas, donde reciben esta información, pero luego van a sus casas y se pelean con sus familiares, critican a sus vecinos, odian a sus jefes, a los políticos, a los animales, a individuos de otras razas o culturas. Ellos todavía no han aprendido la lección y la vida los llevará a enfrentarse una y otra vez con la misma situación o persona... hasta que aprendan a mostrar amor.
Haciendo una comparación con la enseñanza tradicional, los líderes espirituales o religiosos son los "libros" que nos dan la información; las personas que nos traen problemas son los maestros que "nos toman el examen" para ver si pasamos la prueba o no.
Existe una Ley en el Universo: Todo lo que nos molesta, complica, enreda, o todo lo que odiamos, se nos "pega". Esto ocurre hasta que aprendemos a amar la situación. Entonces, ese problema o esa persona se convierten en el maestro espiritual de ese momento.
10. CREER QUE UNO NO PUEDE ENOJARSE, TEMER, O SENTIR CUALQUIER OTRA EMOCIÓN NEGATIVA POR ESTAR EN EL CAMINO ESPIRITUAL
Esta creencia nos lleva a una gran represión de la ira y de los enojos, que hacen su reaparición más tarde bajo la forma de rencor, crítica o rechazo. Mientras estamos en el plano terrenal, vivimos la sensaciones y las emociones de este plano. Algunas de ellas son muy placenteras, otras no. El tener un conocimiento intelectual acerca de la acción destructiva de ciertas emociones no las hace desaparecer. Uno puede saber lo malo que es el enojo y, sin embargo, no puede evitar enojarse.
En realidad, uno sí puede evitar enojarse, o asustarse o angustiarse, pero eso exige un entrenamiento. Durante dicho entrenamiento, hay momentos en que podemos dominar la rabia y la ansiedad, y otros en los que nada puede calmarnos. Una vez que aparece el enojo, lo mejor es descargarlo de la manera más positiva posible. Es mucho peor reprimirse e intentar decir: "Todo está bien en mi mundo", cuando uno internamente está sintiendo el deseo primitivo de querer atacar a alguien.
La mayoría de las personas que transitan el terreno espiritual son muy exigentes consigo mismas y pretenden erradicar completamente de sus vidas este tipo de reacciones. Esto no resulta desacertado pero se logra a través de un proceso. Sé amable contigo mismo y, de vez en cuando, date el permiso necesario para maldecir, golpear un almohadón, gritar, llorar y expresar, como mejor te resulte, todas las emociones negativas que te toca vivir.
La mayoría de los errores aquí enunciados están generados por la actitud crítica de nuestro propio ego. El ego no puede desaparecer por que necesitamos de él para actuar en este plano. La "solución" es ponerlo alineado con nuestro Espíritu. Amablemente, le podemos decir al ego que: "A partir de ahora, deberá seguir las indicaciones de un nuevo Maestro amoroso, amable, paciente y permanente, que nunca juzga y que sabe que siempre estamos haciendo lo mejor que podemos". Si seguimos las indicaciones de nuestro Maestro Interior, nunca podemos fallar


ADIÓS AL KARMA
Una de las ideas más generalizadas en nuestra cultura esotérica es que estamos aquí para cumplir un "karma". Esto significa que tenemos, por ejemplo, que pasar por ciertas pruebas, sufrir dolencias físicas, enfrentar crisis y problemas cotidianos. Los más avanzados encuentran las razones al analizar sus vidas pasadas, recordando hechos y situaciones que se repiten una y otra vez con el fin de ser sanadas. Otros se inclinan por convencerse de que son las influencias astrológicas las generadoras de los malos y buenos momentos. Los menos esotéricos encuentran que la razón de nuestros sufrimientos se debe a desequilibrios psicológicos, a los hábitos adquiridos durante la infancia, a la herencia genética, y demás. Y aquellos que no tienen ni una pizca de esotéricos culpan al gobierno y a la economía por su insatisfacción. Tanto aquellos de pensamiento más elevado como los más primitivos están convencidos de que hay un motivo real para sufrir.
Vivimos en el planeta Tierra, que, dentro de la organización de este Universo, es el planeta del Chakra Corazón. En pocas palabras, esto significa que venimos aquí para aprender a amar. A través de las distintas religiones nos llega el mensaje de que Dios es Amor, y que debemos aprender a amarnos los unos a los otros; sin embargo, todo parece quedar en las palabras porque nuestro ego se niega a aceptar que dentro de la persona que nos trae problemas también está Dios. Estamos convencidos de que dios sólo habita dentro de la "gente buena" y de que los demás están "descarriados" o lejos del sendero espiritual. Dios es Todo y está en Todos, y aunque cueste creerlo, nos ama a todos por igual.
La función selectiva y discriminatoria de nuestro ego terrenal nos llena de justificaciones y razones lógicas que apoyan la teoría personal del amor. El ego nos dice: "Esta persona merece mi amor, esta otra no". Generalmente, confundimos "amar" con "ser amados". Si no tenemos respuesta de la otra parte, nos cerramos, guardamos los sentimientos y nos frustramos. El ego dice: "No vale la pena que ponga mi energía en esta relación", o en el peor de los casos, después de haber hecho mucho por alguien, el ego dice: "Todo fue una pérdia de tiempo".
Ya estamos viviendo la Era de Acuario, regida por Urano. Aquellos que saben astrología podrían ver en el símbolo de este planeta el dibujo de Venus invertido y encerrado entre dos paralelas. Este símbolo significa, en primer lugar, que hay que entender el amor romántico de otra manera para luego dirigirlo hacia un solo lugar: su fuente original, Dios.

Muchas veces, lo que entendemos por amor romántico no es más que una demostración de un alto grado de neurosis. El amor es aceptación, colaboración, impulso, humildad; jamás exige nada a cambio. También decimos que hay muchas clases de amores y que el amor se manifiesta en distintos grados. lo cual sólo se vuelve una justificación a nuestros miedos interiores. Sólo existe una clase de amor: el amor de Dios, el amor incondicional.
Hemos aprendido durante años que debemos evolucionar, elevarnos, dirigirnos hacia Dios, y sin embargo, siempre estamos en Dios. No existe un lugar en el Universo que esté fuera de Él. La Era de Acuario nos trae una luz diferente y nos dice simplemente que los problemas que enfrentamos no son sino oportunidades para brindar amor. Aquellas personas que nos complican la vida, que pelean y discuten, que están nerviosas están pidiendo amor con desesperación, internamente y en secreto. Muchos adultos actúan como niños y no saben pedir con claridad lo que quieren.
Más importantes aún son aquellos errores que cometemos nosotros mismos, a causa de los cuales nos sentimos culpables, y creemos que merecemos un castigo (o karma). Tenemos muy arraigada la idea de que debemos pagar por nuestros errores. Esos momentos no son sino una "gran oportunidad" para aprender a perdonarnos a nosotros mismos, a aceptarnos y a amarnos incondicionalmente. La razón en la que me baso para decir esto es que Dios jamás perdona. Dios jamás perdona porque El jamás condena. Los únicos que nos condenamos y nos enviamos al infierno somos nosotros mismos. Dios nos ama y nos acepta tal como somos. El sabe mejor que nadie quiénes somos.
Nos preocupamos demasiado por curar las heridas del pasado, o por desarrollar estrategias para prevenir situaciones futuras, y en esta carrera nos olvidamos de que "curando el presente lo demás se cura automáticamente". Por eso, no debemos preocuparnos tanto de si fuimos piratas, ladrones o asesinos en otra vida; o si en este momento Saturno hace una cuadratura a mi Sol natal; o si el gobierno no está tomando las medidas que yo considero adecuadas. Cada momento de mi vida es una valiosa oportunidad para extender amor. No debemos dejar que nuestro pensamiento se distraiga y se pierda.
Nosotros tenemos poder creativo que nos fue otorgado por el Creador y podemos utilizarlo erróneamente. El ego es una creación de nuestra mente, es la idea que tenemos de nosotros mismos y a veces, en esa idea general hay pensamientos muy poco positivos o hay miedos muy perturbadores que inhiben nuestra capacidad de amar. El ego genera la culpa y el castigo, y nos hace ver algunas situaciones como terribles o catastróficas.
Para remediar esto, nuestro Creador nos ha dado una guía muy eficaz: la Conciencia Superior, que nos vuelve a conectar con nuestra fuente y nos recuerda nuestra única misión: amar. Podemos recurrir a esta luz todas las veces que queramos y, en especial, en aquellos momentos en que nos encontramos atrapados por la realidad. La manera más eficaz y directa de encontrar una respuesta es renunciando primero a los que nos indica la lógica; así dejamos a un lado a nuestro ego y damos paso al Espíritu. Yo acostumbro a repetir la frase siguiente: "Esta situación que estoy viviendo me perturba, me hiere y me confunde; sé que no es real ni es como aparenta ser y no la entiendo. Conciencia Superior, pido tu guía para curar la percepción de este hecho y sanar la parte que sufre dentro de mí".
La Conciencia Superior nunca habla con muchas palabras. Su mensaje es breve y generalmente se dirige a nuestra mente inconsciente a través de un símbolo. Lo más importante de este paso es renunciar a aceptar la situación como dolorosa o irreparable, "cancelando" básicamente la idea que estamos percibiendo. El segundo paso consiste en confiar y entregarse a nuestra Guía Interna. Las crisis son necesarias porque abren canales a Dios. Cuanto más cerrada está la persona, probablemente más fuertes sean sus crisis.
Finalmente, la idea que debemos afirmar dentro de nosotros es que en este Universo TODOS SOMOS UNO, no estamos separados. Por eso, cuando ayudo a alguien me estoy ayudando a mí mismo. Cuando muestro amor, recibo amor (aunque mi ego a veces afirme lo contrario).Ya entramos en la Era de Acuario, la de la Amistad Universal, donde aprenderemos a aceptar a los demás tal como son, encontraremos en cada uno el Ser Perfecto que habita en nuestro interior, y dejaremos de lado los mensajes erróneos de nuestro ego. En esta Era se termina para siempre el karma porque comienza la Era del Amor.
IDEAS PARA ELIMINAR EL KARMA
Hay muchas cosas simples que uno puede hacer diariamente para ir eliminando la cadena ancestral del karma. He aquí algunas ideas para poner en práctica hoy mismo.
• Alimentar el cuerpo con productos naturales que faciliten la producción de energía. Puesto que comemos para obtener energía de los alimentos, es importante darle al cuerpo lo mejor para obtener así su mejor rendimiento.
• Compartir más tiempo con las personas mayores de nuestra familia. Ser tolerante y paciente con ellas, sabiendo que así como tratamos a nuestros mayores, seremos tratados en el futuro.
• Jugar más con los niños que están en nuestra vida. Aprender de ellos a recuperar la espontaneidad, el amor incondicional y la capacidad para divertirnos.
• Llamar hoy mismo a un amigo que hace tiempo no vemos y decirle lo importante que es su amistad.
• Hablar con la gente que nos rodea y decirle lo importante que es su compañía en nuestro paso por la vida.
• Hacer un regalo espontáneo a alguien, sin ninguna razón particular.
• Orar por alguien, afirmando todo lo bueno para esa persona.
• Meditar, rezar, orar, conectarse con el Único Poder Divino que nos acompaña y nos guía en cada momento.
• Dar gracias a otras personas por favores que nos han hecho.
• Perdonar, perdonar, perdonar. Cada día hay algo que perdonar. Saber que hay una Justicia Divina más efectiva y correcta que la que quiere imponer mi ego.
• Perdonarnos a nosotros mismos por cualquier error que hayamos cometido últimamente.
• Hacer algo positivo y estimulante por uno mismo hoy.
• Acariciar a los animales. Decirles palabras de amor.
• Acariciar a las plantas. Decirles palabras de amor.
• Bendecir mentalmente a las personas con las que me encuentro hoy y desearles todo lo mejor.
• Hacer una donación de dinero, no importa a quién, ni la suma, pero hacerlo con mucho amor.
• Desprendernos de artículos viejos, como por ejemplo: ropa, libros, revistas y muebles. Donarlos, venderlos o regalarlos. De esta manera, le damos lugar a lo nuevo en nuestras vidas.
• Repetir afirmaciones que aumenten la autoestima.
• Aliviar la tarea de nuestros compañeros de trabajo, si es posible.
• Compartir con padres, hermanos, hijos, nietos u otros parientes, momentos placenteros, recordando que con ellos nos toca vivir una experiencia ineludible debido a los lazos sanguíneos.
• Fomentar pensamientos y diálogos de paz, amor y armonía. Evitar criticar, quejarse o decretar cosas negativas.
• Practicar alguna actividad física que ayude a relajar las tensiones y a mantener la tonicidad muscular.
• Ofrecer ayuda desinteresada a alguien que la necesite.
• Colaborar con las personas más cercanas. A veces es más fácil hacer el bien a personas desconocidas que a otras que están cerca.
• Decir palabras de amor y expresar cariño abiertamente.
• Abrazar fuertemente a nuestros seres queridos y decirles: "te amo", "te quiero", "te necesito", o lo más lindo que se nos ocurra.
• Reírnos y hacer reír a los demás.
• Leer libros de autoayuda, curación, espiritualidad, o cualquier material estimulante que ayude a vivir mejor.
• Asistir a cursos, conferencias, charlas o grupos positivos.
• Colaborar con nuestro barrio, municipio o ciudad, para hacer que nuestro lugar de residencia sea cada día más hermoso, pacífico y amistoso.
• Expresar nuestra protesta hacia el desarrollo nuclear o actividades que sigan contaminando o destruyendo el planeta.
• Colaborar con entidades que apoyan la vida.
• Felicitar a los demás por sus éxitos y alentarlos a seguir creciendo.
• Reconocer las virtudes ajenas y estimular a las personas para que las expresen.
• Reconocer las virtudes propias y expresarlas.• Escribir cartas con noticias positivas y mensajes de cariño a aquellas personas que hace tiempo no les escribimos.
• Conservar limpio nuestro lugar de trabajo, nuestra casa, nuestro patio. Ayudar a mejorar el entorno en todo lo que sea posible. Evitar producir más basura.
• Plantar árboles y plantas.
• Favorecer a la Naturaleza y a su crecimiento en aquello que esté a nuestro alcance.
• Amar y bendecir el planeta, con todos sus habitantes. Decretar pensamientos de Paz Universal.
• Relajarse y meditar. Preguntar a nuestra Guía Interior ¿qué es lo mejor que podemos hacer hoy por nosotros mismos y por los demás?.
"Los Siete Principios de la Felicidad" Horacio M. ValseciaDeseo de corazón que ocurran muchos milagros en sus vidas..., que con la magia del amor y del perdón nos liberemos de nuestros "maestros" que vienen a nuestras vidas para enseñarnos lecciones y sanar heridas internas... vienen como retos u oportunidades que todos podemos vencer y superar con la ayuda de nuestro amoroso Guía Interior... Dios dentro de nosotros. Recordemos que todo lo que se resiste... persiste, aprendamos a fluir con la vida, a no apegarnos a nada y entreguémosle todo nuestro pasado y vida a Dios para que nos restaure y nos haga criaturas nuevas... todo es posible para quien tiene fe en ese Poder Divino que nos ha creado; que todos aprobemos los exámenes que el Universo nos ponga enfrente; que todos y cada uno de los deseos de nuestro corazón se hagan realidad, que nuestras vidas se enciendan de luces, amor, paz, armonía, felicidad, alegría, prosperidad, éxito y sintamos que siempre somos amados, dignos y merecedores de todo bien; que seamos conscientes que en cada corazón late la Vida de Dios y ésta se expresa a través de nosotros. Todos Somos Uno con nuestro Padre/Madre Divinos. Que todos nos graduemos con honores; Gracias al Autor de este hermoso libro y a ustedes por permitirme compartir con ustedes.